martes, 29 de junio de 2010

CAN NOS HA DEJADO

 El 16 de Junio recibí el siguiente mensaje que deja finiquitado este Blog, que podía haber tenido una larga vida de reflexiones inteligentes y ingeniosos comentarios. Nos hemos sentido muy tristes, incluso hemos enviado un ramo de flores a su Ama porque Can era mucho mas que un perro.

GRACIAS CHARO Y JULIA POR HABER COMPARTIDO CON NOSOTROS ESTAS CARTAS CANINAS QUE TANTO SIGNIFICAN PARA TODOS LOS LECTORES DE ESTE BLOG




Julia (Amahu), no consigo hablar por teléfono contigo, así que te escribo:  CAN NOS HA DEJADO. 
Estoy destrozada, esto es horrible, no sé cómo voy a poder alejar su presencia de mí. 
Esta noche ha estado con un temblor exagerado y llevaba dos días sin querer comer absolutamente nada. Le he dado la medicación con una jeringuilla y lo he llevado enseguida al veterinario. Nada más palparlo, me ha dicho que no le gustaba un bulto nuevo que notaba. Le ha hecho varias radiografías y por la cara que ha puesto he deducido que no era nada bueno. Me ha dicho que temía fuera un tumor en el páncreas pero que tenía que operarlo para constatarlo, que si era lo que temía, no había solución. Yo le he dicho que si veía lo irremediable, que procediera a inyectarle una dosis letal, que tenía todo mi permiso. Lo he tenido en mis brazos mientras le ponía la anestesia en la vena y mientras ésta le hacía efecto, he puesto su carita frente a la mía para que fuera mi cara, la cara de su Ama que tanto ha querido, el último rostro humano que se llevara su memoria.A los pocos segundos, Can ya perdía el conocimiento.Yo misma le he cerrado los ojitos, temiendo que ya nunca se los volvería a ver abiertos, como así ha sido. Me ha dicho que la operación era cosa de media hora, que si quería quedarme pero yo he preferido venirme para casa. Les he dicho que me llamaran por teléfono en cuanto supieran lo que se encontraban. 
He pasado el rato más angustioso de mi vida, sentada junto al teléfono hasta que éste ha sonado y la voz de la enfermera me lo ha dicho todo: No hemos podido hacer nada, Can tenía un avanzadísimo cáncer en el páncreas y que habían procedido a inyectarle la inyección final. El mundo se me ha caído al suelo, Julia, de repente todo me ha parecido absurdo y sin sentido. Can, mi Can, mi perro, el mejor amigo que he tenido jamás, ya no existía. He llorado a gritos sin la menor vergüenza, he llorado a mi perro con el alma desgarrada, Can, mi Can ya no está. Esta es la puta realidad de esta puta vida adonde venimos para nada, para tener que soportar el horrible dolor de ver partir para siempre a quienes más qeremos. No vuelvo a tener otro perro jamás, no quiero volver a sufrir lo que ahora estoy sufriendo. El vacío que ha dejado este animal en mi alma es muy difícil de llenar.
Bueno, Julia, ahora te llamaré cuando sean las tres Un beso. Mamá.